China avanza en la búsqueda de una vacuna contra el Covid-19 y pone todo su poderío estatal en esa misión. La farmacéutica Sinopharm, que trabaja en conjunto con la Academia China de Ciencias y los Institutos de Productos Biológicos y de Virología de Wuhan, logró la aprobación para iniciar la fase 3 de las pruebas clínicas de una posible inmunización contra el nuevo coronavirus.
El paso a esta instancia implica multiplicar la cantidad de pruebas en humanos: mientras en la fase 2 se aplica la inyección a personas con el perfil medio del destinatario final del antídoto, en la 3 es necesaria la participación de miles de personas.
Como las autoridades chinas sostienen que la pandemia está controlada en su país y no cuentan con una muestra de personas enfermas suficientes, estos ensayos se llevarán adelante en Emiratos Árabes Unidos, junto a la compañía local Group 42 y tras recibir el visto bueno del Ministerio de Salud de ese país.
La posible inmunización se basa en una versión inactivada del SARS-CoV-2, el coronavirus que ha desatado la pandemia global. Si supera la fase 3 con éxito y no se lleva a cabo una cuarta etapa de estudios más profundos, podría comenzar la producción masiva.